Las vacunas y su importancia en niños y adultos

Las vacunas son una de las medidas de Salud Pública que mayor impacto han tenido en la salud de los ciudadanos de todo el mundo. La creación de las vacunas ha permitido que nuestro organismo resista contra enfermedades infecciosas externas, muchas de ellas mortales.

Aun así, son muchas las personas que no están a favor de esta práctica, poniendo su vida, la de sus hijos y terceras personas en peligro.

En Health Group conocemos de primera mano la importancia de la vacunación en niños y adultos, por ello hoy traemos 3 razones por las que vacunarse debería ser una obligación:

¿Qué son las vacunas?

Una vacuna no es más que un medicamento que nos da protección contra futuras infecciones.

Este medicamento se obtiene a partir de un microorganismo. Cuando es administrado a una persona sana hace que produzca defensas contra este virus. Si en un futuro la persona entrara en contacto con dicho microorganismo las defensas lo protegerían y no padecería la enfermedad.

La mayoría de vacunas protegen frente a una enfermedad concreta, pero también hay otras de combinadas que protegen contra más de una enfermedad, cómo la triple vírica (sarampión, parotiditis y rubeola).

¿Tiene riegos la vacunación?

Tenemos que tener presente que los riesgos de la vacunación siempre serán mucho menores a sus beneficios, cuando recibimos una vacunación protegemos a nuestro organismo contra una enfermedad grave.

Las vacunas son medicamentos eficaces y seguros. Todas las vacunas aprobadas son sometidas a pruebas rigurosas a lo largo de las diferentes fases de los ensayos clínicos, y siguen siendo evaluadas regularmente una vez comercializadas. Los científicos también siguen constantemente la información procedente de diferentes fuentes en busca de indicios de que una vacuna pueda tener efectos adversos.

Es mucho más fácil padecer lesiones graves por una enfermedad prevenible mediante vacunación que por una vacuna.

¿Efectos secundarios?

La gran mayoría de las reacciones que pueden producirse tras la vacunación son leves y totalmente pasajeras. En el caso de que se diese algún efecto secundario grave lo indicado sería dirigirse al hospital más cercano.

Las reacciones más frecuentes son la pérdida de apetito, el enrojecimiento de la piel y la fiebre ligera.

Todos estos efectos secundarios suelen desaparecer a los dos o tres días, cuando nuestro organismo ha asimilado por completo la vacuna.

En Health Group abogamos por la salud de los pacientes a través de las mejores técnicas médicas, por ello estamos en contra de todas aquellas prácticas que vayan en contra de la evolución de la medicina.

Contacta con nosotros si quieres que te ayudemos a hacerte un hueco dentro del sistema sanitario.

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