La medicina de familia adquiere día a día mayor importancia. Los sanitarios de atención primaria son los profesionales a los que asistimos en busca de un primer diagnóstico.
Como ya comentamos en la anterior entrega, en Health Group semanalmente nos llegan numerosos curriculum de médicos de familia recién graduados que buscan su primera oportunidad profesional, por ello durante estos meses estamos poniendo a su disposición una serie de consultas básicas para que los futuros médicos de familia se preparen para lo que les espera.
Dolor nasal y fiebre: sinusitis aguda
La sinusitis es una causa prevalente e importante de mala salud en los adultos. Las causas son principalmente bacterianas, seguidas de las causas alérgicas y de las víricas.
Puede diagnosticarse clínicamente y, en general, no está indicada de inicio la exploración radiológica. De estar indicados, los antibióticos son el arma clave en el tratamiento de la sinusitis si se emplean de forma empírica y de acuerdo con la frecuencia de aislamiento de los gérmenes.
La presentación clásica de la sinusitis aguda en el adulto consiste en dolor facial, cefalea, secreción nasal mucopurulenta, unilateral frecuentemente, fiebre y dolor irradiado de los senos afectados.
Las sinusitis crónicas, de duración mayor de 1-3 meses, presentan rinorrea mucopurulenta y obstrucción nasal. Los síntomas sistémicos y el dolor suelen estar ausentes, y puede persistir una sensación de presión sobre el seno afectado. El tratamiento antibiótico, preferentemente con actividad frente a bacterias productoras de betalactamasas, además del tratamiento sintomático con analgésicosantipiréticos, la irrigación nasal con soluciones salinas y la aplicación tópica intranasal de corticoides, especialmente si existe alergia concomitante, forman parte del arsenal terapéutico.
No se recomienda la obtención de imagen radiográfica en pacientes que cumplen criterios diagnósticos para la rinosinusitis aguda, a menos que se sospeche una complicación o un diagnóstico alternativo. Los antibióticos proporcionan una pequeña mejoría de las infecciones simples de los senos (sin complicaciones). Sin embargo, 8 de cada 10 pacientes mejoran en 2 semanas sin antibióticos.
Síntomas rinoconjuntivales: polinosis
El número de pacientes que acuden a la consulta de atención primaria refiriendo síntomas rinoconjuntivales es elevado y va en aumento. Existe un buen arsenal de medicamentos cuya finalidad es el tratamiento meramente sintomático.
El empleo de estos grupos medicamentosos está cambiando, de manera que en los últimos años los corticoides tópicos inhalados, antes reservados para las formas más graves de rinitis alérgica, están emergiendo ahora como tratamiento de primera línea en formas más leves de rinitis alérgica, dada su eficacia y bajo potencial de efectos adversos, así como por su menor precio respecto a los antihistamínicos orales.
Hay que diferenciar entre los pacientes que presentan esta sintomatología de forma estacional y los que la mantienen a lo largo de todo el año, así como tener en cuenta los casos de rinitis inducidas por el uso de determinados fármacos, por lo que la historia clínica se convierte en una pieza fundamental para la sospecha del proceso.
Es importante incidir en el uso correcto de cada grupo medicamentoso, así como en las medidas de prevención que cada paciente debe adoptar según la sospecha clínica que se tenga.
El médico de atención primaria no puede olvidar que las formas graves de rinitis alérgica pueden ser subsidiarias de la inmunoterapia, hasta ahora único tratamiento como tal de la rinitis alérgica, para lo que el paciente se derivará a la atención especializada.
Hipoacusia
La pérdida de audición es un problema que todo el mundo ha experimentado alguna vez. El tapón de cerumen, la otitis media y la presbiacusia son diagnósticos frecuentes para el médico de atención primaria, pero no todas las formas de hipoacusia pueden ser atribuidas a estos desórdenes.
Una sordera neurosensorial aguda puede representar una emergencia médica y tiene un período limitado para instaurar un tratamiento que sea eficaz. Por este motivo, en los centros de salud se debe hacer una valoración de los pacientes con hipoacusia que permita la puesta en práctica de un plan de tratamiento apropiado e individualizado.
Hay que fijarse ante todo en el tipo de sordera (conductiva o neurosensorial) y en el tiempo de evolución (aguda o crónica). Esto, junto con la clínica acompañante y los antecedentes personales (enfermedades óticas, exposición a ruidos y ototóxicos) y familiares, proporcionará una aproximación diagnóstica muy acertada para tomar una decisión clínica
Las posibilidades son: extracción de tapón de cera o cuerpo extraño, tratamiento antibiótico en la otitis externa y/o media aguda, descongestionantes en la otitis media serosa y derivación al especialista para valoración audiométrica o ante patologías o datos sospechosos para una mejor caracterización del cuadro.
Para la extracción del tapón de cerumen, el uso de gotas óticas que eliminen el cerumen impactado es mejor que cualquier tratamiento, pero no puede recomendarse ningún tipo particular de gotas. El empleo de antibióticos en las otitis medias exudativas acelera la resolución de éstas, aunque no han demostrado su eficacia a largo plazo.
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Para mayor información pueden consultar el libro editado por José María Gómez Ocaña, Enrique Revilla Pascual, Miguel Ángel Fernández-Cuesta Valcarce y Ahmad El-Asmar Osman. “Las 50 principales consultas en medicina de familia”